La
expresión ciclo cardíaco significa latido cardíaco completo o ciclo de bombeo,
consistente en la contracción (sístole) y relajación (diástole) de ambas
aurículas y ambos ventrículos.
Las
aurículas se contraen simultáneamente. Luego, a medida que se relajan, los dos
ventrículos se contraen y relajan, en lugar de contraerse todo el corazón como
una unidad. Esto da al movimiento cardíaco una especie de acción de bombeo. El
ciclo, como un todo, suele dividirse en intervalos para su análisis y estudio.
- Sístole
auricular: La fuerza contráctil de las aurículas termina el vaciamiento
de la sangre de las mismas a los ventrículos. Las válvulas
auriculoventriculares (AV) están necesariamente abiertas durante esta fase; los
ventrículos están relajados, llenándose de sangre. Las válvulas semilunares
(SL) están cerradas, de modo que la sangre no vuelve a entrar desde la arteria
pulmonar o la aorta.
- Contracción
ventricular isométrica: Durante el breve período de la contracción
ventricular isométrica, es decir, entre el comienzo de la sístole ventricular y
la apertura de las válvulas SL, el volumen ventricular permanece constante o
uniforme, mientras que la presión aumenta rápidamente.
- Eyección:
Cuando el gradiente de presión en los ventrículos supera la presión en la
arteria pulmonar y en la aorta, las válvulas SL se abren y la sangre es
expulsada del corazón. Una fase inicial, más corta, denominada de eyección
rápida, se caracteriza por un marcado aumento de la presión ventricular y
aórtica, así como del flujo aórtico. Es importante observar que una importante
cantidad de sangre, llamada volumen
residual, suele permanecer en los ventrículos al final del período de
eyección.
- Relajación
ventricular isométrica: La diástole, o relajación ventricular, se
inicia en este período del ciclo cardíaco. Es el período entre el cierre de las
válvulas SL y la apertura de las válvulas AV. Al finalizar la eyección
ventricular, las válvulas SL se cerrarán, de modo que la sangre ya no puede
volver a entrar en las cavidades ventriculares desde los grandes vasos. Las
válvulas AV no se abrirán hasta que la presión en las aurículas aumente por
encima de la de los ventrículos relajados. El resultado es un descenso espectacular
de la presión intraventricular, pero sin cambios en el volumen. Ambos juegos de
válvulas están cerrados o los ventrículos relajados.
- Llenado
ventricular pasivo: El retorno de la sangre venosa aumenta la presión
intraauricular hasta que las válvulas AV se ven forzadas a abrirse y la sangre
se precipita en los ventrículos relajados. Esta entrada rápida dura
aproximadamente 0,1 seg y produce un espectacular aumento del volumen
ventricular. El término diastasis se
utiliza con frecuencia para describir un período posterior, más largo, de
llenado ventricular lento al final de la diástole ventricular. La brusca
entrada de sangre que tuvo lugar tras la apertura de las válvulas AV va seguida
de un lento, pero continuo, paso de sangre venosa a las aurículas y luego, a
través de las válvulas AV abiertas, a los ventrículos. La diastasis dura unos
0,2 seg y se caracteriza por un aumento gradual de la presión y volumen
ventriculares.
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